Los Cleveland Cavaliers se llevaron este miércoles un choque de titanes contra Oklahoma City Thunder (129-122), un duelo entre franquicias que llevaban respectivamente 10 y 15 triunfos consecutivos, e incrementaron su racha a 11 para reforzar su primer lugar en el Este con un récord de 32 victorias y cuatro derrotas.
Los Cavs del técnico Kenny Atkinson no se ponen límites y tumbaron al Thunder, que siguen al mando del Oeste con 30 victorias y seis derrotas, en un recital de baloncesto.
Jarrett Allen lideró la victoria de los Cavs con un doble doble de 25 puntos y doce rebotes, a los que añadió seis asistencias y tres robos, con nueve de 11 en tiros de campo.
Un auténtico choque de titanes que se reflejó en pista, con un partido intenso, luchado, con porcentajes prácticamente idénticos al descanso que rozaban el 50 % y los Cavs capaces de llevarse a vestuarios tres puntos de margen en el 62-59.
Ante una de las defensas más feroces de la NBA, los Cavaliers anotaron 129 puntos y acabaron con siete jugadores con dobles dígitos. Evan Mobley firmó 21 puntos, 10 rebotes y siete asistencias y Darius Garland aportó 18 puntos.
Incluso en una noche en la que no brilló Donovan Mitchell, el que más puntos promedia para los Cavs este año, los hombres de Atkinson supieron salir ganadores. Max Strus brilló saliendo del banquillo con 17 puntos y cinco de seis en triples.
¿Qué oposición ofreció el Thunder a los Cavaliers?
En este momento Cleveland es la franquicia con mejor balance de la NBA. Los Cavaliers dieron un aviso a la liga al doblegar a un Thunder en los que Shai Gilgeous Alexander metió 31 puntos y Jalen Williams aportó 25 tantos y nueve asistencias.
Sin Chet Holmgren, el pívot Isaiah Hartenstein rozó el triple doble con 18 puntos, once rebotes y ocho asistencias. OKC acabó con un 48 de 90 en tiros de campo, incluso mejor que el 47 de 90 de los Cavs, pero conectaron 11 de 35 desde el arco, por el 15 de 36 de sus rivales.
