
Japón, sede de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, es un país repleto de cultura, misma que es reconocida a nivel mundial por su riqueza. Sin embargo, también existen historias lamentables como las que guarda el bosque Aokigahara, un sitio conocido como el Bosque de los Suicidios, ubicado en la base noroccidental del emblemático Monte Fuji, provincia de Yamanashi a 100 kilómetros al oeste de Tokio.
Para residentes y turistas, este lugar es un sitio ‘maldito’, pues incluso investigaciones de National Geographic han señalado que existen poemas con más de mil años de antigüedad que señalan a este lugar como un bosque siniestro.
Según la Organización Mundial de la Salud, Aokigahara es el segundo lugar de suicidios en el mundo, sólo un poco detrás del puente Golden Gate en San Francisco, Estados Unidos; y sin ir tan atrás en el tiempo, desde 1950 a la fecha se han reportado más de 500 cadáveres encontrados en este espacio.
Te Recomendamos
Tanta es la afluencia a este bosque para quitarse la vida que el gobierno ha instalado anuncios y señales de advertencia en varios idiomas, algunos de ellos tratando de hacer que la persona recapacite, puesto que ya el promedio es de 50 a 100 personas que se suicidan ahí al año.
“Tu vida es un hermoso regalo de tus padres. Por favor piensa en tus padres, hermanos e hijos. No te lo guardes. Habla de tus problemas”, “No sufras solo, antes, contacta con alguien”, son algunos de los mensajes que ahí se pueden observar por parte de los turistas; incluso, se han clausurado algunas zonas para tener mayor vigilancia donde sí se está permitido entrar.
Un mundo sin vida
Este bosque ocupa alrededor de 35 kilómetros cuadrados, es un parque natural y silencioso; los aparatos electrónicos no funcionan, el viento no existe porque queda bloqueado por los árboles, la vida silvestre es casi nula y rápido invade la oscuridad; es muy sencillo perderse dentro, por lo que hay quienes colocan listones de colores para aquellos suicidas que se arrepienten, puedan volver a salvo.
¿Por qué en Aokigahara?
Hay quienes dicen que eligen este lugar al inspirarse en el cuento Kuroi Jukai (El negro mar de árboles) de Seicho Matsumoto, publicado en 1960; en la historia, una pareja se suicida en ese lugar por amor.
Otra de las razones es por la práctica Ubasute que se realizaba en el siglo XIX, como forma de eutanasia, se abandonaba ahí a las personas adultas para que fallecieran de hambre; sin embargo, hay quienes prefieren creer en lo que dice el libro de Tsurumi Wataru de nombre El manual completo del suicidio, escrito en 1993, pues señalan a este bosque como el lugar perfecto para morir y etiquetan como obra de arte el ahorcamiento. Por supuesto, ese libro fue vetado de Japón, aunque antes vendió millones de copias.
Hay película en Netflix
Aunque no está disponible en todos los países (México es uno de ellos), existe una película en Netflix con el nombre de El Bosque Siniestro con duración de 1 hora y 33 minutos; trata de una mujer de nombre Sara que busca a su hermana gemela desaparecida en el bosque; es protagonizada por Natalie Dormer, Taylor Kinney, Yukiyoshi Ozawa.
