
Travis Kelce, estrella de Kansas City Chiefs, está cerca de reescribir la historia de la NFL. Con 1,903 yardas recibidas en postemporada, Kelce se encuentra a solo 343 de las 2,245 logradas por Jerry Rice, el legendario receptor de San Francisco 49ers. Además, tiene 19 recepciones de touchdown, apenas tres menos que el récord histórico de Rice.
Kelce ya ha igualado otro logro clave del ícono de los 49ers: ocho partidos de playoffs con al menos 100 yardas recibidas, un testimonio de su capacidad para brillar en los momentos más decisivos. Estas cifras lo colocan como uno de los jugadores más dominantes de la era moderna, redefiniendo el rol de ala cerrada, tradicionalmente visto como un apoyo secundario en el ataque.
Desde 2018, Kelce ha superado las 100 recepciones por temporada (incluyendo playoffs), alcanzando niveles de consistencia dignos de leyendas como Larry Fitzgerald y el propio Rice. Este año, con 97 recepciones en temporada regular, está a punto de lograr su séptima campaña consecutiva con al menos 100 recepciones.
Un legado forjado en la excelencia
El impacto de Kelce va más allá de las estadísticas. Desde la salida de Tyreek Hill, se ha convertido en la principal opción de Patrick Mahomes, demostrando ser el arma más confiable en la ofensiva de los Chiefs. Su carrera no solo está marcada por su contribución al equipo, sino también por su presencia fuera del campo, donde su relación con la cantante Taylor Swift ha aumentado su notoriedad en la cultura pop.
En entrevistas recientes, Kelce ha dejado claro que no está listo para retirarse: “Mientras pueda seguir siendo valioso para el equipo, no hay razón para detenerme”.
En busca de la historia con los Chiefs
Con Andy Reid al mando y Mahomes liderando, los Chiefs buscan convertirse en el primer equipo en lograr un tricampeonato en la era del Super Bowl. En el centro de esta misión está Kelce, quien no solo persigue la gloria colectiva, sino también la posibilidad de inmortalizar su nombre junto a los grandes de la NFL.