En una noche mágica, el París Saint-Germain echó de la Champions League a un Barcelona que, por el contrario, fue un desastre tras la expulsión de Ronald Araujo y no encontró la manera de frenar a un equipo francés rápido a la ofensiva y compacto sin la pelota.
Uno de los futbolistas que destacó en el Estadio Olímpico de Montjuic fue justamente un ex blaugrana Ousmane Dembélé, quien marcó un gol y fue objeto de una falta que el silbante rumano István Kovács señaló como penal para la visita.
El recibimiento para Dembélé fue hostil desde las calles con carteles que se relacionaban con que el jugador había decidido cambiar de aires solamente por dinero y, por supuesto, los silbidos en el campo del Barca no se hicieron esperar.
Sin embargo, Dembélé se lo tomó con filosofía, no señaló en ningún momento a la afición blaugrana y declaró para Movistar+ que: "No pasa nada, es la vida, hay abucheos en todos los estadios".
Además, comentó: "Ha sido un partido muy difícil, veníamos de perder el primer partido, pero el equipo ha estado muy bien, muy concentrado y hemos merecido ganar. El equipo ha estado muy concentrado del primer minuto al final".
Finalmente aseguró que el Barcelona es "un gran club que me gusta mucho" pero dejó claro que su mente está puesta en "ganar la Semifinal" ante el Borussia Dortmund y conocer lo que es disputar una Final de UEFA Champions League.
Dembélé, el jugador del partido ante el Barcelona
El apodado Mosquito fue reconocido con el premio al Mejor Jugador del Partido gracias a su gol y al penal que le cometieron, además de tener un 77% de pases acertados y cinco duelos individuales ganados.
Ousmane Dembélé quedó totalmente desvinculado del Barcelona el año pasado luego de que el PSG pagara su cláusula y le ofreciera un contrato por cinco años, es decir, el jugador francés estará vinculado a los capitalinos hasta 2028.
