Cuando en el estadio de Adelaide antes del partido de calificación para el Mundial se pidió en el sonido local el minuto de silencio, el equipo australiano se formó en señal de respeto en el círculo central y sus jugadores se tomaron del brazo en gesto solidario.
Los saudíes permanecieron en cambio indiferentes, dispersos en el campo de juego, al tiempo que responsables del equipo visitante explicaban que la tradición de rendir homenaje a difuntos en silencio "no forma parte de la cultura saudita". El único que se mantuvo quieto y con los brazos cruzados detrás de la espalda en señal de respeto fue el mediocampista Salman Al-Faraj.
Saudi Arabia's Football Federation says players didn't mean to disrespect victims of London attack when they ignored minute's silence.#9News pic.twitter.com/YDR27B7cS1
— Nine News Adelaide (@9NewsAdel) 9 de junio de 2017
"Fue una vergonzosa falta de respeto, no sólo hacia los dos australianos muertos, sino también hacia todas las víctimas de aquel ataque terrorista en Londres", dijo Anthony Albanese, líder de la bancada laborista en el Parlamento Australiano. "Aquí no hay excusas. No se trata de cultura. Se trata de una falta de respeto y pienso que fue vergonzoso", agregó.
La ola de indignación se extendió a las redes sociales. Frank Gardner tuiteó "Vergonzoso e irrespetuoso", mientras que Paul Jurdeczka dijo: "El minuto de silencio ajeno a la cultura saudita. Salvo cuando les conviene. Aquí se trata de ser respetuosos. De ser humano".
La Federación Australiana de Futbol (FFA) dijo que se había acordado de antemano con la Confederación Asiática de Futbol y la Selección Saudita hacer la pausa silenciosa para rendir homenaje a las víctimas del ataque terrorista
Horas después del incidente, el presidente de la Federación de Futbol de Arabia Saudita, Adil Ezzat, publicó un comunicado en el que "lamenta profundamente y se disculpa sin reservas por toda ofensa que pueda haber provocado al no haber observado el minuto de silencio".
"Los jugadores no tenían intención de faltar el respeto a la memoria de las víctimas ni disgustar a sus familiares, amigos o cualquier individuo afectado por esa atrocidad", agregó.
Australia ganó el partido 3-2 y sigue firme en su objetivo de lograr el boleto de cara al Mundial de Rusia, aunque tiene por delante un partido difícil contra Japón, el 31 de agosto.