Un día como hoy pero de 1994, durante el partido de Cuartos de Final del Mundial en Estados Unidos, el delantero de la Selección de Brasil, Bebeto, hizo famoso un festejo dedicado a su hijo, que había nacido un día antes.
Aquella tarde en el Cotton Bowl, el delantero marcó el segundo gol con el que la Verdeamarela se impuso a la Selección de Holanda 3-2. Tras un pase de Romario, Bebeto entró al área, se quitó al arquero rival y definió con la portería abierta.
De inmediato corrió a una de las bandas moviendo los brazos como si estuviera arrullando a un bebé. Movimiento que acompañaron dos jugadores más, dedicando el tanto a Mattheus, su hijo recién nacido.
“El día anterior, le pedí a Dios de rodillas que me diera la oportunidad de dedicarle un gol a mi hijo, porque quería rendirle homenaje, y la celebración me salió así”, dijo en entrevista para FIFA.com
“Corrí a festejarlo y al momento se unieron Romário y Mazinho. Miré a un lado, miré al otro, y los dos estaban haciendo lo mismo. Fue algo de Dios, hecho de corazón, espontáneo. Por eso pasó a la historia”.
