
Con un increíble vestido, bordado con 800 cristales de roca, 1500 piedras y 5 kilos de canutillos de cristal traídos desde Francia, Claudia Villafañe entró a la iglesia del Santísimo Sacramento para jurarle amor eterno a Diego Armando Maradona.
La fiesta de la joven pareja fue en el Luna Park de Buenos Aires con mil 200 invitados y centenares de medios de comunicación. Una fiesta inolvidable en la que la estrella del Napoli no escatimó en gastos.
Un salón con una tarima-escenario, de 25 metros de largo y 15 de profundidad, a 8 metros del piso, para que todos los invitados pudieran ver al astro y su flamante esposa. El palacio del boxeo argentino fue cambiado por completo para albergar la fiesta.
En solo 36 horas, 29 camiones habían transportado 4.200 plantas que se colocaron en las tribunas del estadio, 120 personas se ocuparon de colgar cortinados de acrílico y recrear la caída de una cascada, gracias a un espectacular efecto lumínico. El costo de la transmisión se vendió por 4 millones de dólares a RAI. Los rumores aseguraron que la fiesta costó más de 2 millones de dólares. Pero esta cifra nunca fue confirmada.
EL PASTEL PARA LAS SOLTERAS
Maradona y Claudia usaron una escalera para poder partir el pastel de ocho pisos que a su vez era un regalo para las solteras de la fiesta, pues tenía 100 cintas blancas que al final de cada una de ellas, venía un anillo de oro. Pero había una cinta especial: la que tenía un anillo coronado con brillantes que se llevó Cali (Claudia), la hermana menor del Diez.


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