El Bayern Munich rápidamente se encargó del conflicto entre Sadio Mané y Leroy Sané, quienes protagonizaron una pelea en el vestidor del conjunto bávaro después de caer 3-0 contra el Manchester City. Aunque el problema se hizo rápidamente eco en el planeta futbol, el equipo intentó llevar las cosas con calma para apagar el incendio.
De acuerdo con los reportes, ambos discutieron en el vestidor, donde Sané le habría dirigido un insulto racista a su compañero, lo cual hizo rabiar a Mané, quien le habría dado un puñetazo al exfutbolista de City y Schalke.
Pese a la falta de Sané, el conjunto bávaro decidió suspender a Sadio Mané por la agresión e imponerle una cuantiosa multa, la cual ascendería a los 500 mil euros.
Sané le echó una mano a su compañero
Sin embargo, parece que el futbolista alemán habría intervenido para que no corrieran al senegalés del equipo, según apuntó el diario alemán Bild.
Dicha fuente reveló que Sané medió las cosas entre el equipo y su compañero para que no lo despidieran, ya que estaba en la cuerda floja tras la agresión perpetuada el pasado martes.
Por lo pronto, Mané no jugará contra el Hoffenheim este sábado y, además, tendrá que rascarse el bolsillo para pagar la cuantiosa multa que le impuso la directiva por lo sucedido en una noche para el olvido contra el City.
