El repunte de contagios de covid-19 en Barcelona se ha convertido en un dolor de cabeza para la UEFA, ya que Napoli, su rival en la ronda de Octavos de Final, no está de acuerdo a que se juegue en el Camp Nou el encuentro de Vuelta el próximo 8 de agosto.
Aurelio de Laurentiis, presidente del club napolitano, hizo evidente su molestia por la decisión de mantener el encuentro con una advertencia que promete cumplirá en caso de que los integrantes del plantel resulten afectados con el viaje en una nueva escalada.
"La UEFA no ve, no escucha y no habla. Espero, por el bien de ellos, que si vamos allí no pase nada. Si no, como decían en 'El Gladiador', se desatará el infierno", comentó el también empresario a Sky Sport.
Agregó que en España hay "grandes miedos" en torno a la situación, algo que le sirvió para preguntarse por qué no se jugarán los partidos que faltan de Octavos en Portugal, como sí sucederá con el Final 8, donde concentrarán a todos los clubes en Lisboa.
"Parece que estamos en el colegio, en la UEFA nadie sabe hacer negocios, y además con nuestro dinero. Si decidieron que la Champions se juega en Portugal y la Europa League en Alemania, nosotros también podríamos ir allí. No entiendo por qué debemos ir a una ciudad que en este momento tiene grandes problemas", insistió.
