Chivas dejó ir la victoria en la tanda de penales contra el Atlético de Madrid, en el mejor partido que ha dado el equipo de Tomás Boy en lo que va del semestre.
El Rebaño sacó el empate sin goles en el tiempo regular y en muerte súbita cayeron 4-5 en su último juego de la International Champions Cup, torneo en el que no ganaron ningún partido.
Los Rojiblancos tuvieron una ligera mejoría con respecto a los últimos partidos de este torneo y a lo que presentaron en Torreón el fin de semana, donde fueron goleados por Santos, pero no supieron aprovechar que los Colchoneros jugaron gran parte del partido con 10 hombres por la expulsión de Marcos Llorente en el primer tiempo.
Si Guadalajara llegó hasta los penales y mantuvo el cero en su arco en el tiempo regular fue gracias a Raúl Gudiño, quien aprovechó el juego para levantar la mano ante los errores que cometió Toño Rodríguez el domingo ante los Laguneros.
El Rebaño supo aguantar a los españoles, que en el primer tiempo tuvieron varias ocasiones para abrir el marcador, pero después bajaron el ritmo cuando se quedaron en desventaja por la roja de Llorente, fue entonces que Chivas se apoderó del balón, aunque eso sí, sin llegar con tanto peligro al arco de Oblak.
Los tapatíos no supieron aprovechar el momento que vivieron en el inicio de la segunda parte y el juego se equilibró cuando Carlos Villanueva se fue a las regaderas por doble amarilla, fue entonces que volvió a aparecer la figura de Gudiño.
Héctor Herrera ingresó para el segundo tiempo pero el mexicano tuvo poco contacto con el esférico.
El partido se tuvo que definir desde los 11 pasos, donde Chivas se mostró efectivo durante sus primeros cuatro disparos, los cuales fueron ejecutados por Miguel Ponce, César Huerta, José González y Antonio Briseño, quien corrió con suerte porque después de haber fallado, el árbitro repitió el cobro porque el arquero Adán, quien entró en el segundo tiempo, se movió antes de tiempo.
Todo parecía que el triunfo se lo llevaría Chivas, pero Fernando Beltrán falló en el quinto penal, antes Gudiño había detenido uno a Saponjic.
Ya en la muerte súbita, los ibéricos acertaron y Alan Cervantes falló, por lo que el Rebaño cargó con la derrota.
