Editorial Mediotiempo
Madrid, España
La percepción de violentos y agresivos que tienen los fanáticos al futbol en Argentina ha impregnado en la gente de España que se prepara para recibir la Gran Final de la Copa Libertadores entre River y Boca.
Con la experiencia vivida el pasado 24 de noviembre, cuando la Final de Vuelta se suspendió por agresiones, miles de los hinchas sudamericanos que volaron a Madrid quieren ayudar a cambiar la imagen que se tiene de ellos.
"Es cosa de un par de inadaptados, no todos los argentinos ni los hinchas de Boca y River somos así. Es algo que pasó, pero que la gente esté tranquila porque vinimos a hacer la fiesta, no otra cosa. Hicimos 12 mil kilómetros para disfrutar, para festejar y vamos a dar la vuelta", comentó un seguidor Xeneize, quien también relató qué debió hacer para poder estar en tan importante juego.
"Empecé a averiguar los vuelos, una cosa que hice fue vender una moto para rescatar plata para poder venir a ver el partido porque vamos con Boca a todas partes".
Uno de sus compañeros en esta aventura aseguró que la rivalidad no cambia pese a estar tan lejos de casa, aunque prometió que no habrán desmanes.
"No deja de ser un Boca-River, lo único que cambió es el escenario. Nos seguimos mirando raro, somos primos lejanos, pero hay que disfrutarlo, ellos con su hinchada y nosotros con la nuestra. No va a pasar nada, que se quede tranquila la gente de España".
Con la experiencia vivida el pasado 24 de noviembre, cuando la Final de Vuelta se suspendió por agresiones, miles de los hinchas sudamericanos que volaron a Madrid quieren ayudar a cambiar la imagen que se tiene de ellos.
"Es cosa de un par de inadaptados, no todos los argentinos ni los hinchas de Boca y River somos así. Es algo que pasó, pero que la gente esté tranquila porque vinimos a hacer la fiesta, no otra cosa. Hicimos 12 mil kilómetros para disfrutar, para festejar y vamos a dar la vuelta", comentó un seguidor Xeneize, quien también relató qué debió hacer para poder estar en tan importante juego.
"Empecé a averiguar los vuelos, una cosa que hice fue vender una moto para rescatar plata para poder venir a ver el partido porque vamos con Boca a todas partes".
"No deja de ser un Boca-River, lo único que cambió es el escenario. Nos seguimos mirando raro, somos primos lejanos, pero hay que disfrutarlo, ellos con su hinchada y nosotros con la nuestra. No va a pasar nada, que se quede tranquila la gente de España".
