Cuando quedó definido el partido de Cuartos de Final entre Argentina y Países Bajos en el Mundial de Francia 1998, ninguno de los árbitros quería estar en la cancha del Vélodrome, pues se trataba de uno de los cotejos más difíciles del certamen por la calidad de las figuras en ambas selecciones.
Ahí fue donde apareció Arturo Brizio, el exárbitro mexicano que le tocó ver en vivo el mejor gol del Mundial de 1998, le tocó expulsar a Ariel “Burrito” Ortega y desde luego el enojo de la afición argentina desde la tribuna.
“Era un partido que supuestamente, porque así me lo hizo saber un miembro del Comité de arbitraje de FIFA, nadie quería arbitrar. Me dijo: ‘oye hay un partido que nadie quiere arbitrar’. A mí se me hizo muy raro que en un Mundial no quisieran arbitrar un partido, pero entendí que había cuestiones, que hay partidos más bravos que otros y que de pronto el seguir en el Mundial depende de eso, pero dije: ‘pues yo voy a arbitrar y encantado’”, recordó Brizio en entrevista con mediotiempo.
“¿Cuál es ese partido? Argentina vs. Holanda y yo lo arbitraría de mil amores. Al poco rato me lo asignaron, entonces ya nos fuimos a Marsella al partido y a preparar el encuentro. En aquel tiempo no se iba con asistentes del país. Iba con un trinitario y un honureño, es decir, muy de Concacaf, muy de confianza, pero jamás había trabajado con ellos. Al final se hizo y llegamos a enfrentar el partido”.

Brizio piensa que después de ver el resultado del juego todos los árbitros se dieron cuenta que hubieran querido estar en Marsella dirigiendo. Mientras que para él fue el último encuentro de su carrera que cerró con un broche de oro.
“Lo viví, desde el punto de vista emocional, como mi último partido porque yo sabía que había anunciado mi retiro del futbol y cada partido del Mundial era mi último partido. Arbitré Francia vs. Arabia, pensando que era mi último partido, después Colombia vs. Inglaterra y este partido, sabía que podía ser mi último partido y no por eso lo menosprecié, sabía que tenía que entender que en la cancha eran dos superpotencias que podían ser finalistas” mencionó.
La expulsión del Burrito Ortega
Han pasado más de 20 años y sin embargo, Brizio sostiene que era expulsión para Ortega, ya fuera por doble amonestación o por expulsión directa.
“Inobjetable. Ariel se tira un clavado, yo lo voy a amonestar y después Van der Sar lo encara y él le da un cabezazo. Al final era la misma historia, era una segunda amarilla o una roja directa. Yo vi que sí lo contacta y lo expulso. Ahí ya quedan 10 para cada uno porque yo había expulsado 15 minutos antes a Arthur Numan de Holanda que era la paridad y de ahí viene el gol del Mundial, una jugada extraordinaria de Holanda”, mencionó sobre el gol de Dennis Bergkamp.
Decisiones que disgustaron a los argentinos
Brizio incluso considera que el VAR le hubiera dado la razón actualmente e incluso asegura que tampoco escuchó los reclamos de Ortega.
“Indudablemente no, porque al final las jugadas se revisan, era una segunda amarilla y hubiera sido expulsado y por la forma de encarar de Van der Sar a Ariel y la forma en que él reacciona me la hubieran puesto buena”, apuntó.
Solo Diego Simeone le externó su disgusto al final del partido que puso a Países Bajos en Semifinales, ante Brasil.
“No hubo diálogo (con Ortega). Algo me dice y yo no lo escucho, me llevo el dedo índice al oído como diciendo no oigo lo que me estás diciendo y ya, él sigue su camino a las regaderas”.
“Solo Cholo Simeone me dijo algunas cosas que no le gustaron, yo le contesto y ya, así fue”.
Ya no le tocó otro juego, pese a que el partido tuvo varios récords como el duelo con más minutos de juego efectivo. En esos días se planteó la posibilidad de que pudiera arbitrar la Final, pero era difícil porque en Fase de Grupos había expulsado a Zinedine Zidane.
