Editorial Mediotiempo
San Petersburgo, Rusia
El atacante francés Ousmane Dembélé fue víctima de gritos racistas, este martes en el amistoso ganado por los Bleus por 3-1 ante Rusia en San Petersburgo, constató un fotógrafo de la AFP durante el partido.
Esos gritos de mono se escucharon especialmente en dos saques de esquina lanzados por Dembélé. En las redes sociales, internautas afirmaron haberlos escuchado también cuando Paul Pogba tocó el balón en el minuto 73.
El racismo es un problema recurrente en el futbol ruso y el asunto es objeto de una vigilancia estrecha por parte de la FIFA, de cara al Mundial de 2018, que se disputa en ese país del 14 de junio al 15 de julio.
La red antidiscriminación Fare contabilizó 89 incidentes relacionados con el racismo y la extrema derecha en la liga rusa 2016-2017.
Entre los casos recientes, los cánticos racistas de aficionados del Spartak de Moscú contra el guardameta ruso-brasileño del Lokomotiv de Moscú Guilherme Marinato, por los cuales la instancia disciplinaria de la Federación Rusa de Futbol lanzó un "último aviso" al Spartak, antes de decretar un cierre parcial de su estadio.
"No creo que tengamos racismo en una escala que deba ser combatida", declaró a principios de marzo a la televisión brasileña Globo TV el seleccionador de Rusia, Stanislas Cherchesov.
En su opinión, "siempre hay casos aislados (de hooligans) y, como en otros países, esa gente es castigada".
Esos gritos de mono se escucharon especialmente en dos saques de esquina lanzados por Dembélé. En las redes sociales, internautas afirmaron haberlos escuchado también cuando Paul Pogba tocó el balón en el minuto 73.
El racismo es un problema recurrente en el futbol ruso y el asunto es objeto de una vigilancia estrecha por parte de la FIFA, de cara al Mundial de 2018, que se disputa en ese país del 14 de junio al 15 de julio.
La red antidiscriminación Fare contabilizó 89 incidentes relacionados con el racismo y la extrema derecha en la liga rusa 2016-2017.
Entre los casos recientes, los cánticos racistas de aficionados del Spartak de Moscú contra el guardameta ruso-brasileño del Lokomotiv de Moscú Guilherme Marinato, por los cuales la instancia disciplinaria de la Federación Rusa de Futbol lanzó un "último aviso" al Spartak, antes de decretar un cierre parcial de su estadio.
"No creo que tengamos racismo en una escala que deba ser combatida", declaró a principios de marzo a la televisión brasileña Globo TV el seleccionador de Rusia, Stanislas Cherchesov.
En su opinión, "siempre hay casos aislados (de hooligans) y, como en otros países, esa gente es castigada".
