Si bien se terminó una sequía de goles en Mundiales con 432 minutos sin festejar, a México le hicieron falta un par de goles más para lograr la proeza ante Arabia Saudita en el último partido de la Fase de Grupos.
El 2-1 no fue suficiente para los mexicanos. El conjunto de Gerardo Martino demostró, que si bien por fin pudo anotar, el tema del gol es el tendón de Aquiles del combinado nacional.
Una vez más, México tuvo una gran producción a la ofensiva con 11 tiros a gol, pero solo dos fueron efectivos y otro par anulados. Es decir, ni el 50 por ciento pudo ser convertido y esto es lo que le terminó pesando a México.
Incluso, se tuvieron más chances con tres tiros de esquina por ninguno para los saudíes y siete disparos desviados, mismos intentos que el rival.
Sin duda, la superioridad azteca fue notoria, 32 centros con el 61 por ciento de posesión de la pelota y una precisión de pases del 75 por ciento.
