En el primer partido de la jornada, Egipto parecía salirse con la suya en Ekaterimburgo. Los faraones, dirigidos por Héctor Cúper, le habían plantado un laberinto a Uruguay, prácticamente indescifrable.
Los charrúas lucían condenados a mantener la racha de 48 años sin triunfo en debut mundialista, pero al minuto 89, un cabezazo de José María Giménez rompió con la 'maldición', le dio tres puntos previamente presupuestados a los Charrúas y dejó a Egipto con la amargura más grande de su corta historia mundialista.
Y si no había sido suficiente sufrimiento, Marruecos mostró otra peor manera de caer en la cancha: con un autogol y en tiempo de reposición. Dándole así a Irán su segundo triunfo en la historia de las Copas del Mundo.
Aziz Bouhadouzz intentó despejar un servicio, aparentemente de trámite, pero la extraña fortuna lo abandonó y mandó el balón al fondo de las redes para un triste suicidio futbolero, la peor amargura posible.
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¡Cayó el primer autogol de #Rusia2018!
Victoria agónica para #IRN
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#VamosConTodo ¡GOOOOOOOOL de #URU!
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Apareció Giménez que se levantó como un avión y sacó un cabezazo perfecto para mandarla a la red#EGY 0-1 #URU
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