Editorial Mediotiempo
Sochi, Rusia
"Embajador de Croacia", "Principito" o aun "Dios", "Luka Modric no juega al futbol, lo predice", dice el exseleccionado Mario Stanic, quien se entusiasma al igual que todo el país antes de los Cuartos de Final del Mundial 2018 contra Rusia, el sábado en Sochi.
"No hay que comentar su juego, simplemente hay que mirarlo y disfrutarlo", escribió Stanic en una columna en el diario deportivo croata Sportske Novosti titulada "Gospel para Luka".
"Es para aquellos que comprenden que no hay necesidad de comentar. Para aquellos que no lo entienden, no podemos hacer nada", añade el exatacante de los Vatrenis entre 1995 y 2003.
Para Stanic, Luka "tiene cosas que desaparecen progresivamente y que se ven cada vez más raramente en los terrenos de juego, esa humildad futbolística, cuando el mejor jugador no piensa solo en él, cuando está seguro en el terreno de juego. Es la piedra angular sobre la que Modric ha construido su santuario para convertirse en un Dios del futbol".
Enamorado de Modric
"Estoy 'enamorado' de Modric, juega con una simplicidad fantástica", explica el exdelantero croata Alen Boksic a la AFP.
"Más allá de sus cuatro Ligas de Campeones ganadas con el Real Madrid, hace seis, siete años que juega en un alto nivel, que es el motor del Real Madrid", añade el que fue atacante del Marsella campeón de Europa en 1993.
"Modric es un futbolista fabuloso, el mejor jugador croata de todos los tiempos", concluye Boksic.
Miroslav "Ciro" Blazevic llama a Modric "el mejor embajador de Croacia en el mundo desde que el futbol une a los pueblos, sobre todo durante la Copa del Mundo".
Mejor medio del mundo
Slaven Bilic, quien jugaba en la selección de 1998, se animó a comparar a Modric con la leyenda argentina Diego Maradona. "Modric es el mejor centrocampista del mundo, el más completo", resume Bilic en el diario The Sun.
En Rusia, el seleccionador Zlatko Dalic lo ha puesto de "10", en un sitio más adelantado que el que suele ocupar en el Real Madrid, para no taparse con Ivan Rakitic, la otra gran estrella del equipo. Modric arma y el barcelonista es el pistón de la medular. Entre los dos conforman un dúo dinámico magistral.
En Zadar, a orillas del mar Adriático, el denominado Principito alimenta las esperanzas de su ciudad y de toda Croacia de ganar un primer título mundial. El sábado tiene la chance de dar un paso más hacia la gran consagración mundial.
"No hay que comentar su juego, simplemente hay que mirarlo y disfrutarlo", escribió Stanic en una columna en el diario deportivo croata Sportske Novosti titulada "Gospel para Luka".
"Es para aquellos que comprenden que no hay necesidad de comentar. Para aquellos que no lo entienden, no podemos hacer nada", añade el exatacante de los Vatrenis entre 1995 y 2003.
Para Stanic, Luka "tiene cosas que desaparecen progresivamente y que se ven cada vez más raramente en los terrenos de juego, esa humildad futbolística, cuando el mejor jugador no piensa solo en él, cuando está seguro en el terreno de juego. Es la piedra angular sobre la que Modric ha construido su santuario para convertirse en un Dios del futbol".
Enamorado de Modric
"Estoy 'enamorado' de Modric, juega con una simplicidad fantástica", explica el exdelantero croata Alen Boksic a la AFP.
"Más allá de sus cuatro Ligas de Campeones ganadas con el Real Madrid, hace seis, siete años que juega en un alto nivel, que es el motor del Real Madrid", añade el que fue atacante del Marsella campeón de Europa en 1993.
"Modric es un futbolista fabuloso, el mejor jugador croata de todos los tiempos", concluye Boksic.
Miroslav "Ciro" Blazevic llama a Modric "el mejor embajador de Croacia en el mundo desde que el futbol une a los pueblos, sobre todo durante la Copa del Mundo".
Mejor medio del mundo
Slaven Bilic, quien jugaba en la selección de 1998, se animó a comparar a Modric con la leyenda argentina Diego Maradona. "Modric es el mejor centrocampista del mundo, el más completo", resume Bilic en el diario The Sun.
En Rusia, el seleccionador Zlatko Dalic lo ha puesto de "10", en un sitio más adelantado que el que suele ocupar en el Real Madrid, para no taparse con Ivan Rakitic, la otra gran estrella del equipo. Modric arma y el barcelonista es el pistón de la medular. Entre los dos conforman un dúo dinámico magistral.
En Zadar, a orillas del mar Adriático, el denominado Principito alimenta las esperanzas de su ciudad y de toda Croacia de ganar un primer título mundial. El sábado tiene la chance de dar un paso más hacia la gran consagración mundial.