Editorial Mediotiempo
Rusia
La leyenda albiceleste Diego Maradona, quien volvió a ser protagonista de una escena bochornosa en el decisivo juego en el que Argentina venció 2-1 a Nigeria y clasificó a Octavos de Final del Mundial de Rusia 2018, confirmó este miércoles que se encuentra bien.
"Quiero contarles que estoy bien, que no estoy ni estuve internado. En el entretiempo del partido con Nigeria me dolía mucho la nuca y sufrí una descompensación. Me revisó un médico y me recomendó que me fuera a casa antes del segundo tiempo, pero yo quise quedarme porque nos estábamos jugando todo. ¿Cómo me iba a ir?", señaló Maradona en su cuenta de Instagram.
"Les mando un beso a todos, perdón por el susto y gracias por el aguante, ¡hay Diego para rato!", añadió el exfutbolista y entrenador de 57 años de edad.
Maradona viajó a San Petersburgo para presenciar en directo el choque frente a Nigeria y, desde el comienzo, se convirtió en protagonista.
El exastro sufrió a su manera el triunfo de los suyos, alternando baile con una seguidora rival, celebración eufórica y gesto obsceno con ambos dedos mayores dirigidos a las cámaras de televisión para festejar el tanto victorioso de Marcos Rojo.
"Quiero contarles que estoy bien, que no estoy ni estuve internado. En el entretiempo del partido con Nigeria me dolía mucho la nuca y sufrí una descompensación. Me revisó un médico y me recomendó que me fuera a casa antes del segundo tiempo, pero yo quise quedarme porque nos estábamos jugando todo. ¿Cómo me iba a ir?", señaló Maradona en su cuenta de Instagram.
"Les mando un beso a todos, perdón por el susto y gracias por el aguante, ¡hay Diego para rato!", añadió el exfutbolista y entrenador de 57 años de edad.
Maradona viajó a San Petersburgo para presenciar en directo el choque frente a Nigeria y, desde el comienzo, se convirtió en protagonista.
El exastro sufrió a su manera el triunfo de los suyos, alternando baile con una seguidora rival, celebración eufórica y gesto obsceno con ambos dedos mayores dirigidos a las cámaras de televisión para festejar el tanto victorioso de Marcos Rojo.