
Durante la tanda de penales de los Octavos de Final entre Dorados y Chivas, Ricardo Peláez sufrió demasiado y lo llevó a encomendarse a sus mejores imágenes religiosas para buscar la ayuda divina que no llegó, pues el Rebaño quedó eliminado.
Cada que un jugador del Guadalajara cobraba un penal, el dirigente se persignaba y besaba las imágenes religiosas antes de que el futbolista de su equipo disparara al arco.
¡Ni los rezos de Peláez evitaron que el Guadalajara fuera eliminado de la #CopaMX! ????❌
— ESPN.com.mx (@ESPNmx) January 29, 2020
El penal de la derrota... ????????⚪ pic.twitter.com/tkHc6HKYWn
Esta cábala la llevó en cada uno de los disparos, incluso en el que falló Miguel Ponce durante la muerte súbita, toda vez que tanto Dorados como Chivas, anotaron sus primeros cinco tiros desde el manchón penal.