México y los Estados Unidos son las Selecciones de mayor jerarquía en la CONCACAF y las que más finales de Copa Oro han disputado. Por ello es que sostienen una intensa rivalidad que ha crecido con el paso del tiempo y se ha reflejado en enormes partidos llenos de intensidad y en goles de excelente manufactura a lo largo del tiempo.
Conoce el recuento de las anotaciones más fascinantes de este duelo que han definido la rivalidad por excelencia de la CONCAFAF.
Ignacio Ambriz Copa Oro 1993
El primer campeonato de Copa Oro de la Selección Mexicana fue en 1993 y lo consiguió con una goleada de 4-0 en el Estadio Azteca, marcador que se abrió un golazo de tiro libre de Ignacio Ambriz desde fuera del área.
Luis Hernández Copa Oro 1998
Un juego cerrado en el que ambas selecciones se enfrascaron en varias conatos de bronca fue roto por Luis Hernández, quien en un remate de cabeza le ganó la marca a Alexi Lalas ante un buen centro de Salvador Carmona para enviar el balón al fondo de las redes.
Benny Feihaber 2007
La primera y única victoria de Estados Unidos sobre México en la Copa Oro fue gracias a un golazo de Feilhaber que sacó un potente disparo de volea desde fuera del área puso el balón en el ángulo, lejos del alcance de Oswaldo Sánchez.
Carlos Vela y Guillermo Franco Copa Oro 2009
La máxima goleada en una Final de Copa Oro fue propinada por México a Estados Unidos y tuvo como protagonistas a Carlos Vela y Guillermo Franco que se lucieron con dos grandes goles en el partido. El primero dentro del área solo picó la pelota ante la salida del arquero, y el segundo desde fuera sacó el potente disparo raso para el último gol del Tri en ese espectacular día.
Pablo Barrera y Giovani dos Santos Copa Oro 2011
En esta edición el Tricolor remontó un marcador de 2-0 en contra para ganar el título de la Copa Oro y fue gracias a dos golazos, uno de Pablo Barrera que de tres dedos remató cruzado y después Giovani dos Santos marcó una anotación de antología sacando a Tim Howard, mostrándole el balón como su fuera un dulce a un niño y después colocando el balón en el ángulo sin siquiera voltear a ver a la portería.
