Lamentablemente la afición mexicana sigue sin entender la gravedad de la situación y este sábado volvió a ocasionar que el juego entre la Selección y Trinidad y Tobago se parara unos minutos.
Al minuto 85 un sector de la tribuna realizó el famoso insulto al arquero rival y el árbitro tico decidió llevar a cabo el protocolo impuesto por la FIFA.
Ante está situación, con el marcador empatado a cero y México encima de Trinidad, Héctor Herrera y Edson Álvarez mostraron su enfado.
Se dirigieron a las gradas y con señas y gritos molestos, pidieron calma y respeto para los contrarios.
Después, al 93' y después de un gol mal anulado al Tricolor, la gente se metió más fuerte con el juez y los trinitarios y volvió a parar el encuentro.
Incluso hubo una tercera vez en la que el grito fue aún más notorio, sin embargo el silbante ya no paró el juego y a los pocos segundos marcó el final del mismo.
