Daniel Osorno deslumbró al futbol mexicano a finales del siglo pasado cuando apareció junto a una generación de jóvenes talentos en las filas de Atlas, un equipo que estuvo cerca de romper la sequía rojinegra con un juego vistoso que cautivaba a sus seguidores.
Pero en ese recorrido ascendente, que incluyó su arribo a la Selección Mexicana, hubo un tropiezo en su intento por incursionar en el mundo de la música regional con la Banda Pura Caña, misma que le acarreó grandes problemas económicos, aunque el propio Dani asegura no arrepentirse de nada.
Con su grupo el Dani no tuvo la fortuna que esperaba, pues la inversión que realizó nunca la recuperó, por lo que señala que modificaría esa parte de su vida.
"Puede ser eso de la banda (lo que cambiaría de su carrera), pero lo hice por hobby, mucha gente piensa que soy una persona borracha, pero ni tomo, ni fumo ni nada, hay que demostrar con hechos; uno debe mostrar lo que uno es, yo agradezco a mi esposa y a mis hijos, sé que estas situaciones son difíciles, uno debe ser como persona lo que uno es, en mis 20 años (de carrera) lo disfruté", dijo para Milenio.
El principio del fin de la bonanza inició cuando emprendió su aventura con el Colorado Rapids de la MLS, pues asegura que ahí vinieron las irregularidades y desfalcos de la agrupación.
"Yo viajé a Estados Unidos (Colorado Rapids) y ya no hubo comunicación, yo las cosas las dejé porque en la banda me robaron detalles y todo, pero me fui a jugar (2007), no hubo la misma química y dije, bueno, es momento de dejarla aparte. No me arrepiento de nada, lo disfruté, duré cinco años y es lo más bonito que viví, lo único que pido es que tengan cuidado con lo que hagan, que como jugadores lo hagan todo al 100 por ciento y que no se distraigan de nada".
