Hoy en día cuando se habla de grandes selecciones, España es un nombre que aparece de inmediato en la mente de la mayoría de los aficionados, pero la historia no siempre fue así para el representativo nacional de la 'Madre Patria', pues durante décadas, el conjunto ibérico tenía una historia llena de fracasos.
Con una sola Eurocopa en su palmarés, ganada en su primera edición en 1960, las selecciones españolas acostumbraban armar plantillas de gran calidad, únicamente para ser eliminadas de las maneras más inverosímiles posibles en los grandes torneos. Ya fuera por lesiones, polémicas arbitrales o simplemente por falta de competitividad, España parecía ser el 'grande' que no se animaba a serlo, hasta que llegó el Siglo XXI.
La generación dorada de España
Llegó la Euro 2008, torneo celebrado en Austria y Suiza, y nuevamente los españoles llegaban con pleno de estrellas en sus filas, pero ahora tenían una mentalidad diferente, al ser dirigidos por Luis Aragonés. El estratega heredó una de las mejores generaciones de la historia con jugadores en su mayoría del Barcelona, como Xavi, Iniesta y Puyol, pero complementados por otros cracks como Iker Casillas, Sergio Ramos y Fernando 'Niño' Torres.
Como era costumbre, España avanzó la Fase de Grupos, pero se encontró con Italia, su 'bestia negra', en Cuartos de Final, pero esta vez la historia fue diferente, pues tras un empate sin goles, los ibéricos ganaron 4-2 en serie de penaltis. El bloqueo mental había terminado y ahora nadie los pararía en años. Un 'gigante' había sido liberado.
El primer éxito llegó ese mismo certamen, cuando con un recordado gol del Niño Torres, España superó 1-0 a Alemania y levantó la segunda Eurocopa de su historia, misma que desató la locura de todo el país. Esto ya era más de lo que los fans hubieran esperado, pero era apenas el inicio de algo más grande.
España toca la gloria en Sudáfrica
Dos años más tarde España llegó a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 como monarca europeo, con los mismos nombres pero ahora con Vicente Del Bosque en el banquillo. Tras una caída en el debut contra Suiza, la 'Furia Roja' se encarriló y no paró de ganar, con sendos 1-0 en todos los juegos de eliminación, mismos donde dejó en el camino a Portugal, Paraguay y Alemania.
En la gran Final el rival fue Países Bajos. Fue un partido ríspido, donde Iker Casillas se convirtió en leyenda con un impresionante rechace a Arjen Robben en un mano a mano. Con el empate sin goles, Andrés Iniesta llevó al clímax a los españoles en el 116' del segundo tiempo extra al marcar el gol del título.
Como si todo lo anterior fuera poco, España revalidó su condición de mejor equipo del mundo dos años más tarde, cuando se convirtió en Bicampeón de Europa, durante el torneo de la UEFA celebrado en Polonia y Ucrania. La Final fue la mejor exhibición de su famoso estilo de toque, donde dio un auténtico paseo a Italia, con un histórico 4-0 que pasó a la historia.
