El Celtic Boys Club fue el equipo más prestigioso del futbol juvenil en Escocia, que fue renombrado como St Patrick’s Sports Academy, pero también está en medio de un escándalo de pedofilia y abuso de menores, que involucra a seis dirigentes y tres ya han sido condenados.
Las seis importantes personas del club fueron investigadas por agredir sexualmente a niños entre los 60’s y principios de los 90’s, pero el escándalo regresó a las primeras planas del futbol británico porque 21 víctimas y familiares de las mismas presentaron una demanda civil contra el Celtic FC.
Las acusaciones contra el Celtic FC es que estaban al tanto de los abusos y no hicieron nada al respecto, cuando tenían una ‘responsabilidad corporativa’ por la seguridad de los niños y las acciones de los agresores, aunque la respuesta oficial fue que ninguno de estos casos ha sido vinculado con el equipo y tanto ellos como el Boys Club son dos entidades legales diferentes.
Entre los litigantes se encuentra un prominente exjugador del Celtic y algunos de otros equipos de la Premiership de Escocia y del combinado nacional del país.
El Celtic Boys Club era conocido como ser la entrada al futbol profesional del país escocés para miles de jugadores jóvenes y siempre estuvo ligado al conjunto de Glasgow.
Jim Torbett es una de las personas sentenciadas por los ataques sexuales, encarcelado en 1998 y 2018 por tales acciones y en The Guardian publicaron un artículo donde se narran las agresiones del fundador del Celtics Boys Club.
“Una noche, después de entrenar, nos pidió que embaláramos unas medallas de plástico y que nos pusiéramos los shorts de futbol para hacerlo. Después nos invitó a recostarnos en su cama para descansar y luego se acostó él. Yo tenía 13 años. De repente, puso su mano en mis shorts. Recuerdo que estaba aterrorizado, pero no me podía mover. Estaba paralizado. Tenía una sensación de malestar en el estómago”, relata Gordon Woods a sus 65 años, quien se unió en 1967 al club.
Woods también recordó un incidente en 1968, que marcó su salida del equipo y afirmó que Torbett tenía mucho poder en el futuro de los jóvenes que entraban al equipo.
“Fuimos a una juguetería con el pretexto de ponerle etiquetas a unas pequeñas copas de plástico. Torbett me pidió que fuera al fondo del local a buscar una caja con las copas. Me siguió e intentó obligarme a que le practicara sexo oral. Me escapé y volví caminando a mi casa. Tenía 14 años”, dijo.
