Miles de fans siguieron el desfile de los Dragones en la capital galesa y se reunieron en el estadio del Cardiff City para honrar lo hecho por el equipo en la Euro de Francia, con el festejo que los islandeses patentaron a lo largo del certamen y que emula el grito de guerra vikingo.
Además, la banda galesa de rock Manic Street Preachers deleitó a los aficionados y jugadores con un concierto.
Gales alcanzó las semifinales del torneo continental por primera vez en su historia gracias a un gran torneo de Gareth Bale, Aaron Ramsey, Hal Robson-Kanu, Ashley Williams y Joe Allen, todos ellos a las órdenes del técnico Chris Coleman.