Franz Beckenbauer fue uno de esos defensas que ya no se ven en la actualidad. Su manera de jugar lo llevó al extremo, pues en uno de los tantos capítulos que marcaron su carrera fue cuando jugó con un brazo dislocado.
Todo ocurrió en nuestro país, en el Campeonato Mundial de 1970. No había un mejor escenario, semifinales, con Italia como rival, y en el estadio Azteca, con más de 100 mil espectadores en las gradas.
Te Recomendamos
Los 90 minutos de tiempo reglamentario terminaron con un empate 1-1. Era momento de jugar tiempo suplementario para definir al ganador antes de definir todo en tanda de pelantis.
Corrían los primeros minutos del tiempo extra cuando el defensa alemán recibió una fuerte entrada del italiano Giacinto Facchetti. Beckenbauer permaneció tendido en el terreno de juego sin poder moverse, lo sacaron del campo para ser atendido y la única manera de que siguiera jugando era inmovilizarle el brazo con un vendaje un tanto improvisado ante la necesidad de que entrara a jugar y así fue.
No podía dejar solos a sus compañeros en la búsqueda del pase a la final ante Brasil, por lo que Beckenbauer prácticamente jugó con un brazo los últimos minutos del primer tiempo extra y todo el segundo.
Al final su esfuerzo no ayudó a evitar el descalabro por 4-3 en el llamado Juego del Siglo, pero ese momento lo marcó como jugador, lo puso en un lugar que muy pocos en la historia de este deporte al demostrar que daría hasta la vida por su selección.
