Después de pensarlo mucho, Allan decidió compartir una de las historias más difíciles sobre su familia en redes sociales. El mediocampista del Everton decidió raparse en apoyo a su hijo, quien padece alopecia, una enfermedad que produce la caída del cabello y, de acuerdo con las palabras del jugador, no tiene un tratamiento.
En su cuenta de Instagram, Allan dio a conocer toda la historia y donde incluso ha explicado que no tiene la respuesta para las preguntas que la gente le hace. Pero ha decidido mostrar su cariño hacia su hijo con esta decisión.
“Pensé mucho si debía sacar este tema aquí, porque la verdad es que no me siento tan cómodo con él. No estoy seguro de qué palabras usar, qué decir; pero luego de pensar y orar y recibir algunas preguntas, vine a compartirles un camino que hemos recorrido desde hace algún tiempo”, señaló.
“Cuando nuestro Miguel tenía 4 años le diagnosticaron alopecia, una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo ataca al propio folículo piloso. ¿Es serio? ¿Es grave? ¿Tiene tratamiento? ¿Tiene problemas? No. El único gran problema de la alopecia es la estética. Nuestro Miguel es súper saludable y rara vez necesita tomar medicamentos, gracias a Dios”.
El jugador reveló que a veces el niño se siente triste cuando recibe las miradas de la gente y por eso decidió que él mismo debía verse igual para expresar su solidaridad.
“¿Es genético? ¿Es emocional? Nosotros tampoco lo sabemos. A veces la gente nos pregunta, nos pregunta, pero hay respuestas que ni siquiera nosotros tenemos. De hecho, decidí exponerlo para preservarlo. ¡Es un niño feliz, siempre se ríe! ¡De bien con la vida! El sol de nuestra casa. Se lo toma todo bien ya veces se burla de sí mismo. Pero a veces acaba entristecido por las preguntas y las miradas. Y ya no quiero verlo así”, explicó.
“Él es tan especial. Niño amado, adorable, elegido y elegido por Dios. ¡Obra maestra del creador! Hecho y perfeccionado de la manera en que el Padre soñó para nosotros. Te queremos!”
