
La K-League se reanudó en Corea del Sur tras una suspensión de dos meses por la pandemia del coronavirus. Con el juego entre el Jeonbuk Hyundai vs Suwon Samsung, las actividades en las canchas volvieron, pero con una serie de medidas drásticas como la prohibición de los festejos de gol con el resto de la plantilla.
La federación de aquel país determinó también que los futbolistas no deben hacer el protocolo de saludo de manos, evitar en la mayor medida posible escupir sobre el césped o sonarse la nariz, en caso contrario se podrían dar castigos por parte de los árbitros.
“Está prohibido escupir o sonarse la nariz en exceso y los jugadores deben abstenerse de mantener conversaciones cercanas”, señaló el oficial de comunicación de la K-League, Woo Cheoung-sik, aunque admitió que no podrán castigar esto con amonestaciones.
La K-League de Corea ???????? ha regresado a la actividad con estrictas medidas de seguridad ????????⚽️. pic.twitter.com/f6sYQP0j4m
— Diego Alonso (@DiegoAlon20) May 8, 2020
Además, los entrenadores, sus ayudantes y los suplentes deberán utilizar tapabocas. Lo más llamativo es que no habrá apretones de manos, celebraciones multitudinarias tras los goles, ni diálogos entre los jugadores, quienes serán advertidos en caso de hablar entre ellos.
Evidentemente, el descontento de algunos jugadores no se pudo evitar “Es imposible no hablar a tus compañeros de equipo. Si no pudiéramos hablar sobre el terreno, no podríamos tampoco jugar al fútbol”, dijo el capitán del equipo Incheon United.
LA COMPRA DE LAS TRANSMISIONES
Ante la necesidad de transmitir partidos de futbol, varios países voltearon a ver a la liga coreana para hacerse de los derechos de transmisión de los partidos como China o Grecia, hasta Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos, Australia; tal y como lo afirmó la organización surcoreana.