Diego Costa habló en entrevista para ESPN Brasil sobre porqué decidió jugar para la Selección Española y no con la Brasileña, donde culpó a los encargados de tener que llamarlo con Brasil de no haberlo hecho y de decidirse por España por sus grandes futbolistas.
"Surgió la posibilidad de jugar con España y miras a los jugadores que había en ese equipo y ¿cómo puedo decir que no? Gente que ha ganado todo, solo tenía que empujarla. Había rivalidad y piques con jugadores de la selección y dije que si ellos aceptaban, genial. Una cosa era el deseo de la federación y otra el de los jugadores, no quería sentirme mal en un vestuario. Ramos incluso vino a hablar conmigo en un partido, él es el que manda allí. También tengo mucho que agradecerle a Xavi".
"Cumplí mi sueño de niño de jugar para Brasil y jugué para otro gran equipo que es el equipo español. Cuando salió que acepté jugar en España, publicaron que Felipao me quería, pero no me llamó ni una vez. Luego dice que le di la espalda a los sueños de millones de brasileños, por el amor de Dios, ¿cómo voy a darle la espalda?, ¿por qué no dices que no me buscaste? ¿por qué no dices que no me llamaste antes?", finalizó
RELACIÓN CON CONTE Y LA LESIÓN PREVIO A LISBOA
"Tuvimos problemas fuera del campo, pero él es realmente un buen entrenador. No le guardo rencor, pero para ser un entrenador importante tiene que cambiar algo de la metodología en el aspecto humano. Es un tipo desconfiado. En el Madrid no duraría ni una temporada".
Además, el delantero español también aclaró la situación de su lesión, la cual lo hizo retirarse del campo antes de lo previsto en la Final de Champions de 2014.
Diego Costa habla sobre su lesión en la final de Champions de 2014: "Hubiera preferido no jugar y dejar sitio a otro compañero, yo ya había hecho todo a lo largo de la temporada. Lo de la placenta de yegua era verdad y fue muy doloroso, pero noté un calambre antes del inicio". pic.twitter.com/U8sMAURoaF
— Álvaro González (@_Alvaro_Glez) April 26, 2020
"Se habló mucho del tema de la placenta de caballo. Me sometí a ese tratamiento, aunque mientras me ponían electroshock el médico se fumaba dos cigarros. Eran sesiones de dos horas, fue duro y muy doloroso, tanto que cuando corría luego no sentía ningún tipo de dolor. En mi cabeza solo estaba la final de Champions. No en el Mundial o en lo siguiente, solo en el partido de Lisboa. Fue uno de los momentos más tristes de mi carrera", comentó.
