
Javier Aguirre logró vencer su propia mala racha en LaLiga, ya que nunca el Vasco había podido ganar su primer partido dirigido en casa; regularmente probaba el sabor amargo de la derrota.
Con Osasuna en 2002, el mexicano vio caer a su equipo 2-1 ante Deportivo La Coruña; más adelante, tomó en 2006 el timón del Atlético de Madrid y perdió 1-0 con Valencia.
La inercia de estos resultados continuó, pues en el Zaragoza en 2010, también cayó al presentarse ante su gente perdiendo y por goleada, 3-0 con Villarreal.
Con el Espanyol fue menos doloroso, pues al menos consiguió el empate 2-2 con Sevilla en 2012; mientras que con Leganés, tenía la oportunidad de lucirse con la afición, pues la visita era Barcelona, pero no pudo, cayó 2-1.
Ahora, en el papel lucía para que una vez más Aguirre debutara ante su gente con derrota, pues el rival era complicado; sin embargo, el Vasco supo cómo anular al Atlético de Madrid y dieron la sorpresa venciendo 1-0.
Así también acabó la mala racha del Mallorca de siete derrotas y lograron salir de la zona del descenso.