Editorial Mediotiempo
Estadio Camp Nou
El Barcelona no tuvo ningún problema para vencer 2-0 a Villarreal y recuperar el liderato de la clasificación en España tras el empate de Sevilla con Alaves.
Miguel Layún ni siquiera fue considerado por el estratega del Submarino Amarillo para ir a la banca, el mexicano se ha perdido los últimos tres encuentros de su escuadra tanto en La Liga como en la Europa League.
La temporada del Villarreal no ha sido nada buena, esta derrota los hundió más en la clasificación y ya se encuentran a tres puntos de zona descenso, y es que si bien la semana pasada consiguieron un triunfo valioso, en los 14 juegos disputados solo tienen tres victorias.
La única anotación del primer tiempo la consiguió Gerard Piqué, quien remató con la cabeza dentro del área del Villarreal ante todas las complacencias de la defensiva que lo dejó levantarse sin ningún problema, además de que el centro del francés Dembelé fue muy preciso.
A partir de la anotación del zaguero catalán el juego cayó en un bache sin emociones, todo el segundo tiempo careció de jugadas de peligro en los arcos.
Fue hasta los últimos minutos cuando la magia de Lionel Messi apareció para orquestar el segundo gol del Barcelona con un pase más que medido al joven canterano Carles Aleña para el segundo de la noche y con eso terminar de agudizar la crisis del Villarreal, que simplemente esta temporada no ha sido nada buena.
Miguel Layún ni siquiera fue considerado por el estratega del Submarino Amarillo para ir a la banca, el mexicano se ha perdido los últimos tres encuentros de su escuadra tanto en La Liga como en la Europa League.
La temporada del Villarreal no ha sido nada buena, esta derrota los hundió más en la clasificación y ya se encuentran a tres puntos de zona descenso, y es que si bien la semana pasada consiguieron un triunfo valioso, en los 14 juegos disputados solo tienen tres victorias.
La única anotación del primer tiempo la consiguió Gerard Piqué, quien remató con la cabeza dentro del área del Villarreal ante todas las complacencias de la defensiva que lo dejó levantarse sin ningún problema, además de que el centro del francés Dembelé fue muy preciso.
A partir de la anotación del zaguero catalán el juego cayó en un bache sin emociones, todo el segundo tiempo careció de jugadas de peligro en los arcos.
Fue hasta los últimos minutos cuando la magia de Lionel Messi apareció para orquestar el segundo gol del Barcelona con un pase más que medido al joven canterano Carles Aleña para el segundo de la noche y con eso terminar de agudizar la crisis del Villarreal, que simplemente esta temporada no ha sido nada buena.
