Llegar al Real Madrid es alcanzar el punto álgido en el mundo del futbol, un sueño al que todo futbolista aspira, pero que a pocos se les hace realidad, hoy, Luka Jovic puede presumir que alcanzó esa meta, pero él y su familia son conscientes de que el camino para llegar a la casa blanca no fue para nada sencillo.
"Una vez Luka jugó dos partidos en un fin de semana y no podíamos volver al pueblo (Batar, Bosnia), así que nos estacionamos en la puerta del estadio y con unas mantas y almohadas durmió en la parte de atrás de mi vehículo, yo fumaba para que el chico no pasara frío…", recordó Milan, su padre, hace cinco años en una entrevista en Mozzart Sport.
A los siete años, Jovic pactó su primer "contrato" con un equipo de Belgrado a 160 km de su pueblo; 50 euros del "fichaje" y 17 más por partido que ayudaban a la familia con los gastos de transporte.
La carrera de Luka creció a pasos agigantados y a los 16 años debutó con el histórico Estrella Roja en partido contra el Vojvodina, de inmediato se notó la calidad de Jovic, pues a los dos minutos de ingresar al terreno de juego marcó su primer gol. El encuentro terminó 3-3 y le dio el título de liga a su equipo.
El éxito y la fama de Jovic comenzaron a crecer, lo que provocó que personas negativas intentaran sacar provecho del talento del joven, que a los 18 años fue victima de extorsión; "Tu hijo solo podrá jugar en silla de ruedas", fue el mensaje que recibió el padre de Luka por parte de un grupo delictivo que pedía una fuerte cantidad de dinero por la integridad del serbio; dicho grupo terminó tras la rejas.
Dos años más tarde, Jovic cumplió otro de los anhelos de un futbolista, representó a Serbia el Mundial de Rusia 2018 a los 20 años.
Con Benfica pasó de noche, solo marcó cuatro goles en dos temporadas. La carrera de Jovic se encontraba en incertidumbre hasta que el Eintracht Frankfurt de Nico Kovac lo rescató. "Le debo todo a él, me hizo un profesional completo", fueron las palabras de agradecimiento del serbio hacia el timonel croata.
Kovac, tuvo el tino y la paciencia para colocarlo de nuevo en el escaparate mundial, donde el Real Madrid le puso el ojo tras una gran temporada con las Águilas, marcando 26 goles y siete asistencias en 44 juegos.
