Atlético de Madrid nunca paró hasta que sintió suya la victoria contra el Sevilla, derribado en la segunda parte por un penalti transformado por Julián Alvarez, sentenciado con el 2-0 de Thiago Almada, mérito de Giuliano Simeone, y goleado por el 3-0 de Antoine Griezmann, para insistir en su pugna por LaLiga.
La tercera victoria seguida en el campeonato del Atlético, las tres con su portería a cero; la tercera derrota consecutiva del Sevilla, que no ha vuelto a puntuar desde que arrolló al Barcelona; y la diferencia patente entre los dos equipos y dos 'competiciones' distintas: el conjunto de Simeone aún pelea por LaLiga, a la espera de tropiezos ajenos; el equipo de Matías Almeyda, por no sufrir, ante su peor racha del curso, justo después de su subidón más alto.
Atlético de Madrid no encontró premio en la primera mitad
Atlético de Madrid tuvo todo bajo su control en su defensa: el Sevilla apenas se acercó a Oblak más allá de su monopolio inicial del balón, medio remate de Isaac y una maniobra de Vargas al borde del descanso.
Fue más allá el Atlético antes del descanso, esta vez con una jugada trazada desde el plan original, con el balón largo que peinó Sorloth a la carrera rompedora a la espalda de Nico. La volea del argentino, escorada, cruzada, la repelió Odysseas Vlachodimos, ya por entonces el único argumento para sostener el 0-0. Después, Nico reclamó un penalti.
Ya era otro Atlético, más rico y elástico desde mucho tiempo antes, tal y como siguió después, en el uno contra uno que le proponía el Sevilla y Almeyda en cada sector de la partida táctica. Baena, por ejemplo, lo sufrió con Sow, que lo atosigó en cada control.
Así fueron los goles del Atlético de Madrid ante Sevilla
No llegó Julián a un centro para empujarla de Sorloth, insistente, como todo su equipo, que aumentó la ofensiva. El Sevilla se preparó para la resistencia, ya por los ocho córneres en contra a la hora de juego, al filo de la derrota, consumada desde un barullo y un penalti manifiesto y temerario de Nianzou a Giménez revelado por el VAR. El monitor lo evidenció, el árbitro lo señaló y Julián Alvarez lo transformó. Era el minuto 64.
Y una victoria merecida, que empezó mucho antes, pero que aún admitió dudas. Por el cambio de comportamiento del Sevilla, pero también del Atlético, dentro de esa dinámica que aflora con una mínima ventaja, en partidos así, en los que de repente, tras un gol, hay una tendencia, esta vez esporádica: el equipo rojiblanco cede terreno, su rival crece en ataque y aparece Oblak, que también contribuyó al triunfo, cuando se estiró para frustrar a Gudelj.
Tres goles, tres puntos ???? pic.twitter.com/DKZWkwnHqn
— Atlético de Madrid (@Atleti) November 1, 2025
Justo antes del 2-0. Se lo inventó Giuliano Simeone, rápido en la recuperación, vertiginoso en la carrera y certero en el pase atrás que culminó Thiago Almada. Como el 1-0 a Osasuna de apenas dos semanas en el mismo Metropolitano. Es una fortaleza. Ya al borde del minuto 90, Griezmann anotó el 3-0.
