
Kylian Mbappé salió del José Zorrilla con un triplete, tras añadir al gol logrado en la primera parte otros dos en la segunda mitad, el último ellos de penalti, ante un Valladolid que lo intentó, pero demostró no tener suficientes herramientas.
De hecho, el conjunto merengue -en este caso de naranja- no tardó en empezar a tomar las riendas del juego y a controlar la posesión del balón, ante un rival motivado, especialmente Mario Martín, jugador cedido por el Real Madrid.
Probaba suerte Rüdiger desde larga distancia y su disparo tuvo que ser desviado por Hein en una acertada intervención. El Real Madrid estaba llegando ya con más claridad a la zona caliente de los vallisoletanos.
La calidad de los de Ancelotti quedó constatada con la pared entre Bellingham y Mbappé que el delantero francés definió a la perfección con un tiro cruzado ante el que nada pudo hacer Hein. Subía el 0-1 al marcador del José Zorrilla.
Con apenas tres pases y una veloz asociación, más la efectividad de un Mbappé que sigue añadiendo tantos a su casillero particular, el Real Madrid cobraba ventaja ante un Real Valladolid que plantó cara dentro de sus posibilidades.
Y, de nuevo, con apenas dos pases entre Rodrygo y Mbappé, éste terminaba plantándose frente a Hein con una rapidez que dejó totalmente rota la defensa local para subir el segundo tanto al electrónico.
Llegaron los primeros cambios y Ancelotti dio paso a Modric, Alaba y, pocos minutos más tarde, a Arda Güller, mientras que Cocca, a pesar del evidente cansancio de sus jugadores, solo dio entrada a Kike Pérez y, quince minutos después, a un Latasa que era pitado por la afición.
???? @RealValladolid 0-3 @RealMadrid
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) January 25, 2025
⚽ 30' @KMbappe
⚽ 57' @KMbappe
⚽ 90'+1' @KMbappe (p.)@Emirates pic.twitter.com/xWrcESU5RQ
Intentaron los de Cocca, pero Mbappé pudo más
Daba igual. El Real Valladolid lo intentaba, a su manera, con lo que podía ofrecer, pero era un David contra Goliath porque, además, las pocas opciones de las que dispuso no tenían efecto, como el centro de Sylla a las gradas.
El cuadro visitante no necesitaba despeinarse y ya pensando en el próximo encuentro ante el Brest iba guardando la ropa, evitando complicaciones y esforzándose lo justo.
Modric pudo añadir el tercero, pero su disparo salió demasiado cruzado, tras una buena jugada de Arla Güller. El tercero llegaría, ya en el tiempo de prolongación y de penalti.
Una pena máxima un tanto rigurosa, que el colegiado señaló tras comprobar en el VAR que Mario Martín, tras contactar con el balón, derribaba a Bellingham dentro del área pequeña. Y Mbappé no perdonó, para dejar el resultado en el definitivo 0-3.