
Durante los últimos minutos del partido entre Tijuana y León en el Estadio Caliente, los aficionados de Xolos sacaron su frustración emitiendo el grito homofóbico en los despejes de Rodolfo Cota.
El grito discriminatorio se escuchó en más de cuatro ocasiones, pero el silbante del partido, Edgar Morales, se hizo de la vista gorda y no activó el protocolo de la Liga MX que inicia con los llamados de atención desde el sonido local.
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El club trató de minimizar el grito pidiendo el apoyo de la gente con el famoso “olé olé olé Xolos, Xolos”, pero no le hicieron caso y se siguió escuchando en los despejes de Cota.
Para que haya por lo menos una llamada de atención para la directiva de Tijuana y sus aficionados, el silbante o el comisario del partido deberán reportarlo en la cédula, algo que parece poco probable porque Morales ni se inmutó.
Este mal comportamiento de la gente vino por el mal paso de su equipo, y es que jugaron por más de 70 minutos con un hombre de más y no pudieron derrotar a León y eso los deja prácticamente eliminados de siquiera ir al Repechaje, en una temporada donde se clasifican hasta el lugar 13 porque Gallos cederá su lugar por ser el último sitio de la tabla de cocientes.