
La afición de León cumplió a cabalidad su papel de ser el jugador número 12 e intimidar al rival. Una manta gigante fue parte de la estrategia por parte de los de casa, el escudo y las siete estrellas lucieron en la cabecera local del Estadio Nou Camp.
Minutos antes del silbatazo, una enorme tela blanca con una franja en verde atravesada comenzó a deslizarse sobre las cabezas de miles de aficionados felinos para darle la bienvenida a su club en la cancha.
La manta cubrió todo, los mismos jugadores aplaudieron el acto. A un costado, otro trapo fue develado sobre los asistentes a la Gran Final del Clausura 2019, al paso de cinco minutos, todo desapareció para darle paso a los cánticos, al humo, los papeles...
Ángel Mena, mientras esperaba las indicaciones para iniciar la batalla, alzó los brazos y solicitó el apoyo de los suyos, de la afición que lo ha acogido y lo ha convertido en un líder en su mejor torneo desde que llegó al futbol mexicano en el hace dos años.