Editorial Mediotiempo
Monterrey, Nuevo León
La fiesta era totalmente de Tigres, miles de aficionados felinos invadieron la Macroplaza, pero dentro de ese mar de personas vestidas de azul y amarillo, apareció un rayado.
Juan Carlos Cabrera, hincha del Monterrey, no tuvo temor de estar entre tantos aficionados felinos, se puso su playera albiazul y acompañó a su esposa, quien es hincha de los universitarios.
"Festejando a los Tigres y a mi esposa, arriesgándome, aunque no creo, aquí está todo seguro, solo hay armonía y felicidad", dijo Cabrera.
Así como él, también hubo niños vestidos de Rayados, quienes estaban en la explanada del Palacio de Gobierno porque su padre o madre son felinos.
Juan Carlos Cabrera, hincha del Monterrey, no tuvo temor de estar entre tantos aficionados felinos, se puso su playera albiazul y acompañó a su esposa, quien es hincha de los universitarios.
"Festejando a los Tigres y a mi esposa, arriesgándome, aunque no creo, aquí está todo seguro, solo hay armonía y felicidad", dijo Cabrera.
Así como él, también hubo niños vestidos de Rayados, quienes estaban en la explanada del Palacio de Gobierno porque su padre o madre son felinos.