Desde hace dos años el América llega al Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria en un autobús, dejando atrás la tradición de arribar en camionetas blindadas por seguridad, luego de que en el Torneo Verano 2000, aficionados de los Pumas apedrearon el camión de las Águilas en las inmediaciones del inmueble del Pedregal.
Para Guillermo Ochoa esta modalidad es nueva, ya que en su primera etapa con los de Coapa, el operativo de seguridad les impedía llegar todos juntos en el autobús, e incluso acabando el juego salían directo a las camionetas rumbo al hotel de concentración para bañarse.
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“No sé si ya cambió. Cuando yo estaba se iban en camionetas y ahora no lo sé. Al final siempre ha existido ese respeto. Sabemos que las dos instituciones cuentan con grandes aficiones y grandes fanáticos que quieren alentar a sus equipos y se desviven por ellos” dijo en conferencia de prensa.
En aquel lejano año 2000, Vinicio Bravo, quien era auxiliar de Alfredo Tena sufrió un golpe en la cabeza por culpa de una piedra, además de que algunos aficionados auriazules intentaron agredir a Carlos Hermosillo.
Ochoa entiende de la rivalidad que se vive en las tribunas y por eso hizo un llamado a que los seguidores de ambos conjuntos se comporten antes, durante y después del partido.
“Creemos mucho en la madurez del aficionado actual, se ha mejorado mucho en esas situaciones; por supuesto hay mucha más vigilancia y control. Lo importante es que la gente pueda ir a disfrutar tranquilamente”, apuntó
“Entre nosotros como jugadores existe una rivalidad y los dos queremos ganar. El ejemplo debe comenzar por nosotros los jugadores, en hacerlo de la manera más deportiva posible y a la gente pedirle que vaya a disfrutar y a alentar, que ayuden a que exista un buen espectáculo en la cancha por el bien de la imagen del futbol mexicano”.
