Cruz Azul niega ocultar información de jugadores contagiados de COVID-19

Luego de que la noche del pasado domingo la agencia que maneja al futbolista uruguayo, Jonathan Rodríguez, diera a conocer que el Cabecita es uno de los dos futbolistas que dieron positivo por Covid-19, el Jefe de los Servicios Médicos de Cruz Azul, Odín Vite aseguró que el no revelar los nombres fue por cuestión ética y no por tratar de ocultar información.

“El tema de no revelar nombres no es cuestión de ocultar información, simplemente es una medida de confidencialidad, como la tenemos en cualquier situación. En realidad es por cuestión ética del club, y fui yo, apoyado por la directiva, quien tomó la decisión de no revelar los nombres, porque no tenemos ninguna necesidad”, dijo en conferencia de prensa vía Zoom.

“SI la personas positiva sale y dice que fue él no pasa nada. Es una cuestión de respetar la historia médica de las personas”.

Vite platicó que desde que comenzó a frenarse el futbol en México y el mundo, el club puso en funcionamiento protocolos para evitar los contagios en los planteles y el resto del personal del equipo, mismos que se han endurecido con el regreso de algunos trabajadores a las instalaciones de La Noria.

“El protocolo que tiene Cruz Azul empezó el 10 de marzo que fue cuando el equipo se fue a Los Ángeles, no nada más con los jugadores del primer equipo, después del 18 de marzo se hizo extensivo a todas las categorías”, agregó.

“En Cruz Azul todos los días tenemos un protocolo, un flujo de caminar dentro de las instalaciones, revisiones médicas de la gente que viene a entrenar no importa quién seas y cómo te llames”.

Añadió que hasta la fecha siguen trabajando de la mano de la Liga MX para detallar las medidas que se tomarán ya cuando arranquen los partidos a puerta cerrada del Torneo Apertura 2020, el cual iniciará el próximo 24 de julio.

“Hoy, por ejemplo, tuvimos reunión con Enrique Bonilla, trabajando en estos protocolo que son cambiantes porque todos estamos aprendiendo y vamos atrás de otras ligas, lo bueno es que podemos ver qué funciona y qué no, qué podemos adaptar a México.