Familiares, amigos y seguidores del Cruz Azul se reunieron para dar el último adiós a Rodrigo Mondragón, de 32 años, conocido cariñosamente como “El Monky”. Su muerte, a causa de asfixia presuntamente provocada por integrantes de la seguridad de Ciudad Universitaria de la UNAM, tras asistir a un partido del equipo de sus amores, consternó a la comunidad futbolera y dejó un profundo vacío entre quienes lo conocieron.
Misa y despedida en casa
El cuerpo de Rodrigo permaneció en su domicilio, donde familiares organizaron una misa oficiada por un padre para recordarlo. Entre oraciones y lágrimas, su padre expresó:
“Rodrigo, te amamos y vamos a dar por ti. Pedimos a nuestro padre celestial que te dé el descanso eterno.”
Justicia y exigencias de la familia
Su pareja, Rebeca Pérez, exigió que las autoridades investiguen a fondo y deslinden responsabilidades:
“Que la muerte de mi esposo no sea en vano. Si nosotros no hacemos justicia y denunciamos este tipo de personas, esto seguirá pasando. Ayúdenme y exijo que se castigue a la institución.”
La Fiscalía capitalina detuvo a cuatro presuntos involucrados, quienes están a la espera de audiencia para determinar su responsabilidad. La familia pidió también el apoyo de la UNAM, la Liga BBVA y del Club Cruz Azul para que no quede impune la muerte de Rodrigo.
Alma Pérez, cuñada del joven, declaró: “Ellos pueden presionar y apoyarnos para que se vincule a proceso. Los detenidos no están en calidad de detenidos, están en prisión preventiva, pero las instituciones pueden ayudar a que se haga justicia.”
El adiós en la última morada
Entre porras, cánticos, camisetas del equipo, flores y recuerdos, la familia y amigos acompañaron a Rodrigo hasta su última morada en un panteón al sur de la Ciudad de México. Con respeto y cariño, le desearon un buen viaje y eterno descanso, recordando al hombre que siempre vivió con pasión por el Cruz Azul.
