Ciudad de México
Enrique Garay es un agradecido con José Ramón Fernández por cómo lo pulió en el periodismo, aunque no por ello deja de recordar lo complejo que fue lidiar con su carácter, el cual lo hizo sufrir a tal grado de sufrir problemas de salud, algo que apenas se animó a reconocer.
En charla con David Faitelson, un compañero con el que creció de la mano desde la época en la que Imevisión tenía contados recursos económicos para después transformarse en TV Azteca, el cronista relató esas duras regañizas que le tocó vivir, las cuales generaron repercusiones.
"Nunca lo he dicho, yo tuve arritmia del estrés de trabajar con él, yo no podía, era mucho temor, cuando te llamaba te acorralaba", mencionó, previo a ser interrumpido por Failteson, quien rememoró lo que hacía Joserra cuando su frustración era máxima y que se reflejaba especialmente cuando golpeaba el bote de basura de su oficina.
"Estar frente al jefe y verlo patear un bote era pensar '¿qué hice?'", añadió Garay, mientras David insistía en que aprender del "mejor de todos" era lo que hacía valiosa la estadía en la televisora del Ajusco, aunado a los grandes compañeros que tuvieron. "Aprendimos por la mala, porque José Ramón era duro y difícil", afirmó.
José Ramón, un jefe inigualable
"José Ramón era un caudillo como no había otro. Era un José Ramón que luchaba contra Televisa y el PRI, porque era un México que controlaba a través de una televisora, cuando el deporte les hacía daño se metían los dos", relató Garay.
Ambos revivieron momentos en el sótano donde estaba la redacción de deportes, en donde vivieron una gran etapa, a pesar de todo lo que sufrían de la mano de Fernández.
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