André-Pierre Gignac lleva ocho años en México y aunque llegó con un español básico, a los pocos meses ya lo hablaba de manera fluida, un método que ya reveló previo al Balón de Oro, sin utilizar cursos.
El delantero de Tigres explicó en una entrevista de Los Angeles Times que agarró a varios de sus compañeros para que lo estuvieran corrigiendo cada que se equivocaba, pues le urgía comunicarse con el plantel.
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“Eran unos 23, 24, 25 jugadores a lo mejor, hablando español y uno francés que no hablaba. Así que decidí, sin tomar curso ni nada, nada más agarré a tres, cuatro jugadores y les dije ‘mira, si me equivoco, por favor, necesito que me ayuden a hablar mejor’. Así que me ayudaron y a los tres, cuatro o cinco meses ya hablaba español. Es parte de una dedicación, porque como te dije, necesitaba adaptarme a mis compañeros, cómo pedir la pelota y todo eso”.
Dédé reiteró que no tiene planes para irse de México cuando se retire como profesional y espera que la afición lo recuerde más como una buen persona, que por lo hecho en el terreno de juego.
“Quiero que me recuerden como alguien que empuja a sus compañeros a ser mejores. Y como te dije, la verdad, como una buena persona es lo que más me interesa en ese caso”.
“Es parte de mi contrato”
Gignac volverá a jugar un partido en Estados Unidos después de casi tres años, ya que no se vacunó contra la COVID-19 y afirmó que en su contrato está establecido que debe ser parte de las giras del club por el país norteamericano.
“Yo no decido, yo hago parte de una institución, tengo un contrato y tengo que cumplir con mi contrato. Si hay una gira por Estados Unidos, tengo que ir. Y la verdad, me encanta cuando viajamos con el equipo y todo eso. Lo hice varias veces antes de la pandemia. Así que yo no decido nada. Hay gente arriba de mí que decide. También por mi contrato es parte del show que yo tenga que estar presente para las giras, porque tenemos muchos mexicanos en Estados Unidos y les gusta ver a todos los jugadores”.
