América no está, no encuentra el punto de estabilidad, la segunda línea no está a la altura de la primera, eso quedó de manifiesto en su visita a Mazatlán. Cuando una victoria le hubiera permitido tomar por asalto el liderato general, se tuvo que conformar con un empate a dos goles.
Las bajas siguen causando estragos en América, eso aunado a que el club no ha cumplido con la cuota de minutos llevó a André Jardine a seguir cuadrando un equipo que pudiera competir y estar a la altura.
Lo trataron las Águilas, pero es evidente que el equipo no anda, que echa de menos a jugadores que puedan darle un tono más agresivo, más solvente, más creativo. Sin Sánchez, Zendejas y Henry se pierde capacidad en la zona definitiva y con Vázquez jugando de lateral se improvisa en la parcela izquierda. Es lo que hay y ni hablar.
Pese a ello, el inicio no fue tan malo para las Águilas, tomando en cuenta que se pusieron en ventaja en el marcador con un buen gol de Kevin Álvarez, quien sacó un zapatazo de pierna derecha al minuto 10, un tiro que le ayuda a lograr una mediana reivindicación después de que el pasado martes fue abucheado por su afición en el juego ante Puebla.
El problema de los azulcrema es que el equipo no mantiene la tensión, no es capaz de lograr esa regularidad en el mismo encuentro y cuando llegan los despistes en ataque se ven reflejados en el marcador.
La ventaja le duró un suspiro a las Águilas porque Jesús Hernández filtró un balón para Bryan Colula y el ex americanista definió con un tiro cruzado para igualar la pizarra al 17’.
Luego ese América que si bien tiene la bola no es capaz de castigar al rival y ante esa indolencia otro asomo de fortuna le sonrió a los Cañoneros. Mauro Zaleta aprovechó un rechace de la banda, la pelota le quedó justa en la frontal y tuvo el tiempo que quiso para armar la pierna izquierda y vencer a Malagón.
Un juego que en apariencia estaba bajo control se le puso cuesta arriba al América. Jardine no lo pensó, para el inicio del segundo tiempo mandó tres cambios para darle otra fisonomía a su escuadra: Rodrigo Aguirre, Israel Reyes y Cristian Borja; mejoró el cuadro amarillo y tuvo más presencia en ataque al punto de que echó contra su arco a los mazatlecos, la duda era ver si la insistencia azulcrema tendría repercusión.
Brian la puso en el larguero y fue cuando vino Maximin al campo, pero para infortunio Fidalgo se fue con molestias tras un choque de rodilla. Fue una y otra vez el equipo de Jardine, pero sin eficacia en la zona final, hasta que llegó un cobro excepcional de Brian en un tiro libre, el Rayo se ha convertido en el bastión del equipo, pero le urgen más socios.
Se le agotó el tiempo al América, un equipo que hace lo posible por no perder el sello, pero las lesiones le convierten en otro equipo, uno menos efectivo. Si desde la enfermería no hay humo blanco, terminar entre los primeros cuatro sigue estando en el aire.
