
Ya casi se cumple una semana de la aparatosa entrada de Antonio Briseño a Giovani dos Santos en el Clásico Nacional, pero para Oswaldo Alanís hay "miles" de entradas como esas en partidos y entrenamientos, aunque no tan aparatosas.
De acuerdo al ex del Oviedo, Briseño quiso hacer una falta más técnica, pero sin lastimar al americanista.
“Son errores, es una falta que pudo haber sido muy sencilla que ni tarjeta le hubieran sacado, pero desafortunadamente el taco se atora en la pierna, han habido mil jugadas más fuertes, hemos vivido hasta en entrenamientos y no pasa nada. En esa ocasión se atora en la pierna, viene el corte de Gio, se siente feo y no es algo que le deseamos a nadie, difícil también de vivir, ¿pero decir que se equivocó? Es una jugada muy normal de futbol”, dijo Alanís.
"Pudo ser una falta táctica que intentó hacer, no sé cuál fue la intención, pero no es a la magnitud como terminó siendo, no era la intención, desafortunadamente pasó eso, pero ahora ya más tranquilo, pensando las cosas más sereno toda la gente, está tranquilo, trabajando y pensando en lo que viene".
Briseño fue castigado cuatro duelos por la entrada a Dos Santos, que necesitó de cirugía para reparar el daño, con una baja estimada de seis semanas.
“Lo veo tranquilo, sí lo veía muy preocupado los primeros días, aunque es muy fuerte y tiene un carácter, es alguien que ha luchado bastante y sabe ser líder. Sí le había costado, sí estaba muy mermado, queriendo remediar algo que no hizo intencionalmente, algo que no hubiera querido que pasara. La forma de ayudar es siendo positivo, diciéndole que estuviera tranquilo, que al final la vida siempre te regresa lo que das y cuando no lo haces con mala intención, se resuelve de la mejor manera”, añadió Alanís.
Con la suspensión del Pollo, está cantado el regreso de Hiram Mier, ya recuperado de su lesión muscular y quien completó 90 minutos en la Copa MX ante el Correcaminos.
“(Briseño) Estaba tranquilo, sentado en su lugar esperando, escuchando las indicaciones del técnico. En la vida hay que ser un poquito mesurado, tampoco iba a estar llorando y destrozado, pero sí estaba triste, sí estaba dolido, sí estaba un poco consternado, preocupado por lo que había pasado y lo que pudiera pasar también”, comentó.