
Si alguien da garantía de magia cada que pisa un campo de futbol es Ronaldinho, quien volvió a patear un balón en un partido homenaje en Colombia entre el Independiente de Santa Fe y el Atlético Nacional, donde robó cámaras y además dejó a siete de sus rivales en 'ridículo'.
A sus 39 años y con la 10 de Santa Fe, el brasileño demostró que lo que bien se aprende nunca se olvida, pues tras varios taquitos y disfrutar del futbol fue hasta el minuto 39 cuando tocó el balón para filtrarlo
quirúrgicamente y romper líneas, dejando estáticos a siete de sus rivales, el balón lo recibió su compañero Luis Caicedo quien marcó el segundo para sellar la pizarra 2-0.
El exjugador de Gallos salió de cambio al 79' en medio de ovaciones y una fiesta de fuegos artificiales,hasta niños expontáneos saltaron al campo para abrazar a su ídolo.
La jugada se puede ver al minuto 2:50
