La relación que hay entre Miguel Herrera y Paul Aguilar sobrepasó la cancha y el propio estratega lo reconoce, al grado de que sus hijas, Tamara y Mishelle, lo llaman "hermano" y esa relación le ha dado para vivir juntos momentos de gran valor destacando siempre el espíritu fiestero del sinaloense.
En entrevista con 'La Pendachira', una producción que se transmite por Facebook, el Piojo recordó algunos de los pasajes que vivieron, destacando aquella ocasión en la que celebraron juntos un 31 de diciembre y acabó escuchando a Los Cadetes de Linares en vivo.
"Un día pasamos el día 31 de diciembre en su casa, en San Miguel, fuimos mi hija y yo. Estábamos cotorreando bien y de repente entran Los Cadetes de Linares, nos dimos el abrazo y de repente volteó a las 3:30 y nomás estaba yo y otra mesa", rememoró.
"Y al día siguiente agarro a Paul, le digo, no chingues, te fuiste, y me respondió que me había llevado a Los Cadetes de Linares, tres horas y media yo solo escuchándolos".
Señaló que su gran relación era conocida por todos en el Club América, aunque afirmó que nunca tuvo relación con si debía jugar o no.
"Todo el mundo decía que Paul Aguilar era mi hijo, mis hijas le dicen hermano, pero yo soy muy cerrado. El tipo que está en la cancha es el que hizo bien las cosas y todos pudieron verlo el torneo pasado donde casi no jugó", comentó.
