“Estoy feliz y motivado” fueron las palabras de Paulinho Boia, quien aterrizó la mañana del pasado martes para finiquitar su fichaje con Cruz Azul. Fichaje que 24 horas después se cayó debido a que el brasileño no pasó los exámenes médicos de rutina.
Pero este no ha sido el único traspaso que ha tenido que cancelar el cuadro cementero, ya que hace cuatro años, tuvo una experiencia similar con otro futbolista, coincidentemente también originario de Brasil.
Guilherme Gusmao, quien venía procedente del Atlético Mineiro y quien reforzaría al plantel para el Apertura 2015, hasta posó con la camiseta celeste en las instalaciones del Aeropuerto de la Ciudad de México. Sin embargo un día después el club a través de sus redes sociales anuncio que las negociaciones se habían cancelado.
Comunicado oficial. pic.twitter.com/3I4dlcWCau
— CRUZ AZUL (@CruzAzulCD) January 29, 2020
“La Dirección Deportiva a cargo del Prof. Agustín Manzo reportó está mañana a la Dirección de Comunicación, la no oficialización del jugador Guilherme Gusmao al no encontrar un punto de acuerdo en la negociación contractual”, publicaron.
Previo al Torneo Apertura 2011, Cruz Azul dio a conocer el fichaje del delantero colombiano, Wason Rentería, jugador que había tenido actuaciones destacadas en el Sporting Braga de Portugal y el Inter de Porto Alegre.
Tras realizar los exámenes médicos, la directiva echó para atrás la contratación debido a un problema respiratorio, situación que el representante del jugador negó. Un mes después el atacante fue fichado por el Santos de Brasil, donde ya despuntaba Neymar.
Otro colombiano que pasó una experiencia similar fue Carlos Lizarazo, aunque su caso fue un tanto diferente, ya que su fichaje sí se llegó a concretar, pero no sumó un solo minuto con el primer equipo, debido a una lesión. Después de estar parado durante todo el Clausura 2015, la Máquina decidió mandarlo a la MLS.
