
Varios aficionados de Rayados fueron sacados de la fila cuando se preparaban para ingresar al Volcán debido a que según el personal de seguridad del inmueble portaban fotocopias de boletos y no tickes originales.
Fueron alrededor de ocho personas a las que empleados del club Tigres les impidieron el acceso, mientras que ellos alegaban que habían adquirido en línea las entradas y que portaban las impresiones que habían realizado.
Personal de Sinergia Deportiva les quitó sus boletos y los depositó en una bolsa negra de basura e hicieron caso omiso a los hinchas del Monterrey quienes les pedían que les devolvieran sus entradas para demostrar que eran originales.
Sin embargo fueron desalojados por el personal de seguridad privada del estadio y por elementos de Fuerza Civil, quienes los invitaron a salir de la fila para que siguieran pasando aquellos a quienes sí eran leídos el código de barras por el scanner que portaban los guardias.