Luego de que los jugadores de Veracruz se negaron a jugar en los primeros cuatro minutos del partido de la Jornada 14 contra Tigres, el árbitro del partido, Fernando Hernández, pudo suspender el partido por la rebeldía de los elementos de los Tiburones.
De acuerdo al artículo 65 del Reglamento de Competencia, el partido pudo suspenderse por la falta de garantías por la rebeldía de los jugadores y actitud antideportiva de los elementos de Veracruz, que en señal de protesta se negaban a tocar el balón.
“Un partido puede ser suspendido por falta de garantías, motivado por actitud antideportiva, rebeldía o cualquier situación ocasionada por jugadores, cuerpo técnico o directivos de algún Club”, establece el reglamento.
Durante el tiempo que los jugadores de Veracruz decidieron no jugar los Tigres anotaron dos goles, ambos en jugadas en las que Sebastián Jurado portero del equipo jarocho y cualquier otro jugador del equipo no hicieron nada por evitarlos.
