La pandemia por coronavirus le ha pegado fuerte a diferentes instituciones, y Tigres no es la excepción, pues aunque el equipo tiene años de convertirse en un club autosustentable, depende todavía de la economía de Cemex, empresa que los administra.
Ante esto, la duda se mantenía en el aire, si Cemex firmaría con la UANL una extensión de contrato, del 2026 al 2056, ya que los acuerdos con la universidad se piden sean a largos plazos como el firmado en 1996 con duración a 2026, cuando sacaron al equipo de la Segunda División.
Hoy, el acuerdo para la extensión no está a discusión, faltan firmas solamente, puesto que hay detalles que faltan por finiquitar; entre ellos que si se llega a construir un nuevo estadio, la UANL no quiere que salga de Ciudad Universitaria y las opciones que hoy existen para un recinto nuevo son fuera de ahí.
Una de las opciones son los terrenos de ferrocarriles mexicanos, el cual donaría el gobierno del estado a la UANL para su estadio; este espacio está muy cerca de la Universidad, pero sigue estando fuera de CU.
Otra es la que se desechó hace tiempo, en el Río Santa Catarina flotando con la alta tecnología de construcciones internacionales. Así también, el hacer el estadio en el estacionamiento, mientras se sigue jugando en el otro.
Una de las posibilidades planteadas por el Inge Rodríguez es que el Volcán se siga remodelando, al mismo tiempo que juegan.
Hasta el momento no hay nada decidido, todo dependerá del día de la firma, lo cierto es que si Cemex invierte en un recinto será para administrar las ganancias que deje Tigres a lo largo de estas décadas.
