
El club descendió y como "castigo" la directiva anunció que el estadio solo se abrirá a poco más del 50 por ciento de su aforo. Una polémica medida es la que adoptó el Burdeos de Francia, que a raíz de su caída a la Segunda División en el futbol galo anunció que el Matmut Atlantique solamente recibirá a 22 mil personas por partido.
Con una capacidad superior a los 42 mil aficionados, el inmueble del Girondins de Burdeos cerrará toda la parte superior de las gradas. En un comunicado, la institución dijo que la medida tiene por objetivo "generar un mejor ambiente de futbol entre los asistentes", pero son estos mismos quienes han criticado la decisión.
"Descienden al equipo y los que pagamos somos nosotros", es el sentir común de los seguidores franceses, quienes en las redes oficiales del club han respondido a los recientes mensajes con amenazas de "boicotear" los juegos que tengan de locales en la Ligue 2, que comenzará el 30 de julio.
"Esta medida busca también reducir los costos de operación del estadio", es otra de las explicaciones dadas por el Girondins, club que también enfrenta una severa crisis económica de la que incluso su propietario ha amenazado con deslindarse.
Tras el empate a ceros entre el Bordeaux y el Lorient de la Ligue 1 de Francia el pasado 14 de mayo, el equipo local descendió a la Segunda División del futbol de aquel país, por lo que los hinchas, molestos, protestaron en la cancha.
La afición de Bordeaux aventó cintas de color rosa, todo ocurrió al minuto 25, cuando el Metz anotó gol en su partido ante Angers, diana que marcó el descenso de Bordeaux.
Se interrumpe el Bordeaux-Lorient por el lanzamiento de lazos rosas de los ultras del conjunto bordelais. El equipo ahora está descendido matemáticamente a la Ligue 2. Situación crítica en el club. pic.twitter.com/r5fWa1YJQm
— Andrés Onrubia Ramos (@AndiOnrubia) May 14, 2022